El Círculo Cromático.
A lo largo de la historia, diversos investigadores han
intentado ordenar el color de varias maneras, ya sea en forma bidimensional o
tridimensional, tomando en cuenta las distintas variables. La forma en que los
teóricos y artistas plantearon el estudio racional de las armonías de color son
los llamados círculos cromáticos, que tienen por objeto interrelacionar los
colores del espectro y sus derivaciones, definiendo así sus múltiples
transiciones. El círculo cromático – también llamado círculo de matices, rueda
cromática o rueda de color – es el resultante de distribuir alrededor de un
círculo, los diferentes colores que conforman el segmento de la luz visible del
espectro solar, descubierto por Newton, y manteniendo el orden correlativo:
rojo, naranja, amarillo, verde, azul
ultramar y violeta.
Orígenes del Círculo Cromático
Pero esta división del espectro en siete colores ideada por
Newton fue mayoritariamente arbitraria, pues en el arcoiris no existen tales
separaciones y parece dictada por su obsesión con la numerología. La rueda
cromática resultante es algo caótica: los segmentos son de distintos tamaño, y
rojo, amarillo y azul, los colores primarios tradicionales, no se distribuyen
uniformemente alrededor del círculo.
Las ruedas cromáticas que idearon teóricos posteriores casi
siempre se basaron en una distribución equidistante de los colores primarios,
sean cuales sean. El primer círculo cromático de colores equidistantes lo
realizó en 1776 el grabador Moses Harris, con el nombre Sistema Natural de los
Colores, y contenía 18 tonalidades fundamentales.
Más adelante, Goethe creó el suyo, en acuarela, con los tres
colores primarios – amarillo puro, azul ultramar y un aclarado tono púrpura –,
junto con sus complementarios. Luego, una docena de artistas continuaría la
tarea de jugar con las más diversas figuras geométricas. Runge se basó en un
triángulo. Clerk Maxwell lo logró de manera elemental por la rápida rotación de
unos círculos cromáticos llamados también discos Maxwell, en tanto que el
químico Wilhelm Ostwald siguió un esquema de color romboide1. Una vez que estas
formas de distribuir y ordenar los colores se fueron complejizando, comenzaron
a llamarse sistemas o modelos de color.
Sin embargo, fue en la escuela alemana de artes y oficios,
la Bauhaus, donde dos de sus maestros afinaron modernas teorías del color,
creando cada uno su propia geometría: Johannes Itten y Paul Klee. El primero
publicó El Arte del Color, donde surge la primera estrella basada en la
polaridad de colores planteada por Goethe. El segundo, inspirado a su vez en el
triángulo de Runge, logra que el color deje de ser estático y adquiera
movimiento; ese cambio implica a todo pigmento que, finalmente será mezclado en
la paleta.
Especificación del Círculo Cromático
El círculo cromático más común – el usado por los artistas
pictóricos – se basa en el rojo, amarillo y azul, el sistema sustractivo
imperfecto que suelen adoptar los profesionales que trabajan con pintura,
tejidos u otros materiales reflectores. Los colores primarios de la rueda se
combinan también con los secundarios, cada uno de los cuales representa una
combinación de primarios adyacentes. También se incluyen seis terciarios, con
los que se obtiene un total de 12 colores.
Aunque las ruedas cromáticas indican los colores que hay que
mezclar para obtener secundarios y terciarios, no determinan las proporciones
necesarias. Como la luminosidad y la saturación de los primarios varía, se
deberían precisar proporciones desiguales para obtener un color visualmente
equidistante entre sus dos componentes3.
La rueda de procesos – basada en el modelo CMYK, de la
impresión gráfica – muestra las mezclas de tinta cian, magenta y amarilla. Al
contrario que otras ruedas sustractivas, esta muestra un espectro completo de
colores, incluidos el rojo, el verde, y el azul (RGB) como secundarios
relativamente puros.
De forma similar a esta última, pero a la inversa, la rueda
de luz – basada en el modelo RGB – muestra como primarios el rojo, el verde, y
el azul, y como resultado de mezclar la luz, el cian, el magenta y el amarillo
como secundarios. Este modelo es el que suelen utilizar los profesionales del
diseño de iluminación, el diseño para pantalla, y las personas que trabajan con
medios translúcidos.